Aetérnum es una tierra de inmensa belleza e infinitas maravillas que los Corruptos quieren conquistar y mancillar con su vil presencia, doblegando la paz y la tranquilidad a su voluntad. Para ello, quiebran el terreno e inundan las zonas de criaturas y estructuras corruptas. Incluso el aire se convierte en un denso humo negro, y un terrible resplandor rojo, que vibra con una luz sobrenatural, lo baña todo. Esto es lo que se conoce como Grietas corruptas.
En cuanto establezcáis vuestro refugio en un asentamiento o fuerte, los Corruptos se percatarán de ello. Entonces, comenzarán a surgir Grietas corruptas por vuestro territorio, dificultando el viaje y la recolección de recursos mientras no se tomen medidas. Los protectores de estas Grietas son los Acólitos de la Corrupción. Al igual que los Sectarios, sus hermanos de menor categoría, canalizan las fuerzas oscuras y prohibidas de la Corrupción para invocar y mantener estos temibles portales y monolitos que conforman el núcleo de las Grietas corruptas. Son unos adversarios formidables capaces de cambiar de un plumazo el curso del combate, ya que pueden levitar sin esfuerzo a través de grandes distancias, lanzar rayos letales de energía sobrenatural y conjurar orbes explosivos de Corrupción pura.
Por suerte, existe una forma de destruir a estas abominaciones. Debéis unir fuerzas y abatir a los enemigos que protegen el corazón palpitante de la Grieta. Cuando hayáis eliminado a las criaturas corruptas, necesitaréis la ayuda de un bastón imbuido de Azoth para sellarla. Conquistar una Grieta corrupta no solo sirve para librar la tierra de una peligrosa amenaza, sino que también os recompensará con recursos insólitos que no encontraréis en otro lugar. Aun así, debéis estar atentos, ya que las Grietas corruptas no permanecerán cerradas para siempre. Cuanto más fuertes os volváis, más Corruptos os buscarán para aniquilaros. Abrirán cada vez más Grietas de mayor poder, que arrojarán criaturas de tamaño y fuerza inimaginables. Los Corruptos son un enemigo implacable que no se detendrá hasta haberos borrado de la faz de Aetérnum.
Adentrarse en New World puede ser peligroso, incluso en un buen día, pero si abrís el mapa podréis localizar los territorios afectados por la Corrupción. Ampliad la imagen para ver con claridad los indicadores que señalan las diferentes Grietas corruptas repartidas por el territorio. Al contar con esta información, podréis trazar un plan de las rutas que deberéis seguir para evitar el peligro o enfrentaros a él.
No todas las Grietas corruptas son iguales, ya que presentan distintos grados de dificultad, tamaño y defensores. Los jugadores en solitario podrán ocuparse de algunas, mientras que para otras se necesitarán grupos de hábiles combatientes. Aseguraos de prepararos debidamente para el combate fabricando el bastón de Azoth necesario y suficientes pociones para protegeros contra la Corrupción. A continuación, encontraréis algunos ejemplos de las Grietas corruptas que os esperan durante vuestra aventura en Aetérnum:
Monolito corrupto - Un grupo de Fanáticos corruptos han desenterrado un antiguo e imponente monolito que les permite propagar la Corrupción por todo el lugar.
Portal corrupto - Los Acólitos corruptos han abierto un portal para permitir el paso de sus ejércitos al territorio.
Bosque infestado - Charcos de Azoth corrupto han brotado desde el subsuelo, lo que ha resquebrajado la tierra y originado una monstruosidad corrupta. Escapar de sus zarcillos será una tarea arriesgada.
Colmena supurante - Una imponente colmena formada a base de Corrupción ha surgido de la tierra y se dedica a generar seres corruptos que habitan entre sus paredes.
Los Corruptos se aproximan. Las Grietas se abren y los enemigos avanzan. ¿Cómo os enfrentaréis a ellos? ¿Os quedaréis tras los muros de vuestras fortalezas hasta que os invadan los Corruptos? ¿O tomaréis la delantera y los sellaréis de nuevo en las profundidades de las que proceden?