Mundo
Riscos del Monarca
Las distinguidas y orgullosas montañas en las que el rey Artorius fundó su reino. El terreno rocoso está salpicado de minas y, desde hace poco, amenazado por la corrupción.
Guardaelviento
En esta tierra por la que Medea pasó y de la que otrora cuidó, hay campos fértiles y bosques profundos. Sobre las colinas, los molinos rotos esperan poder volver a alimentar a las masas hambrientas.
Ocaso
Para bien o para mal, se encuentra atrapado en un otoño eterno al filo de un invierno que nunca llegará. Aquí también se encuentra un pequeño santuario importante para los tierramarga, protegido por la mismísima naturaleza.
Bosque Luminoso
Lo que antes era un baluarte de la esperanza y la luz para los habitantes de la isla ahora no es más que naturaleza salvaje y oscura. Un legado terrorífico está enterrado aquí y sus ecos todavía alcanzan el presente.
Ciénaga de los Tejedores
Húmeda, pantanosa, con un toque de peste al borde de la percepción. La arquitectura de los antiguos ha caído en desuso en la morada de la bruja cadáver.
Gran Grieta
Asoladas por la guerra y sin apenas refugios, las montañas de la región están cubiertas de nieve y lamentos. Los montaraces locales luchan por expulsar a los corruptos que se han establecido allí.
Arboleda del Edén
El hogar, bastión y centro comunitario de los tierramarga. Aunque muchas de sus ruinas están cubiertas de maleza y nadie recuerda sus propósitos, los misterios no hacen más que flotar en el aire esperando a ser desvelados.
Altos de Escamanegra
Las tierras de la emperatriz Zhou Taiying, que reina desde las cimas más altas. Su pueblo vive en paz, o por lo menos más que el resto de Aetérnum, pero la corrupción ha comenzado a expandir su influencia.
Cima Quebrada
Si el dolor tiene un hogar, es este, en la sombra de la gran fortaleza de la corrupción. El escarlata de la montaña palpita con decisión. Tras ella asoma Myrkgard.
Arenas de Azufre
El desierto hierve por el calor, interrumpido en ocasiones por brisas frescas y purificadoras. La 19.ª legión romana marcha eternamente hacia la conquista, pero algo se arrastra bajo las dunas.
Tierras salvajes elíseas
Antes conocidas como Primera Luz, ahora están dominadas por los esbirros de Artemisa. Un miasma ponzoñoso mantiene a raya a los forasteros y los señores de las bestias destruyen a quien consiga sobrevivir.
Costa de la Zozobra
Está bañada por el sol y por las hordas de los perdidos, que se mueven con una inteligencia impropia de criaturas no muertas. Pero ¡cuidado! La verdadera amenaza corretea por la Isla de los Conejos.
Valle del Pesar
El pesar afecta a cualquier alma que busque refugiarse en estas praderas lluviosas. Sin embargo, al norte, donde las olas chocan con violencia e inquietud, algo de otra época susurra un sueño inquietante.
Aguas Fétidas
En este fétido pantano, los secretos crecen como hongos bajo la mirada de la maligna reina sirena. Sus canciones atraen a los incautos hasta una desgraciada muerte temprana, o peor: a sus cada vez más numerosas fuerzas.
Cayos del Alfanje
Aquí luchan por botines y doblones mágicos piratas de todo Aetérnum. La codicia es tan tangible como los colmillos y garras que se esconden en los arbustos y observan desde las sombras.